La Gran Evasión

La Gran Evasión

sábado, 28 de octubre de 2017

La muerte tenía un precio -Sergio Leone- 1965

























Dos cazarrecompensas, solitarios y parcos, (Eastwood y Van Cleef) ven sus destinos unidos para dar alcance  al fiero Indio ( Volontè) un sanguinario atracador de bancos recién fugado y toda su banda de desalmados. Una curiosa e inestable sociedad, que ninguno habría imaginado, los llevará por la misma senda. 
Tras el enorme éxito de “Por un Puñado de Dólares”( 1964), esta segunda y mejor entrega de la trilogía, que superaba en metraje y presupuesto a su predecesora, cautivó a toda Europa, y asentó las bases de un subgénero que reflotó al moribundo Western clásico, dándole una mirada más acordes a los nuevos tiempos. Su director, Sergio Leone, un iconoclasta y adelantado realizador proveniente del Péplum y el neorrealismo, sensible al mutismo, violento y reposado del maestro Kurosawa, supo ver en estas sencillas historias un reflejo más real de la sociedad que alumbraba. Tras los magnicidios y guerras, fracasos ideológicos o amatorias sesenteras, que llevaron al individuo a un oscuro, cínico y traumático despertar a la sociedad moderna, el cine de este italiano sustituyó la palabra por la guitarra punzante, las miradas por los encuentros y un falseado convivir por la aridez de las relaciones . Toda una añoranza mitológica, elegíaca, de unos hombres perdidos.
El cómic, las novelistas del oeste y el realismo emocionante  y vital de una época, con la la magistral y excéntrica música del genial Morricone, con tonos protagonista e individualizados, crearon un ambiente brumoso y fiero: el Spaghetti Wéstern. Todo ello puesto al servicio de un tipo alto, desgarbado y seco que tras estas películas enterraría para siempre su pulcro y anodino personaje de “ Rawhide” dando nacimiento a un mito, el inicio de un paradigma, solitario y aventurero, abocado y hermoso que ya no cabalgará más como en los viejos tiempos. Desde Infierno de Cobardes ( 1972 )hasta Sully( 2016 ), trasunto del propio Eastwood, lo políticamente correcto será infringido en pos de un nuevo héroe contemporáneo, tan necesario como el Wayne fordiano, con valores y procedimientos antiguos, mal que le pesase a la Sra Paulina Kael, la famosa crítica del New Yorker, que en su momento lo tildó de “ inmoral y fascista”. Todo esto está aún por llegar pero la moneda ya ha sido lanzada...y aún sigue.

José Miguel Moreno

jueves, 26 de octubre de 2017

155 - Happiness - Solondz 1998

La felicidad siempre tan lejos, la felicidad se escapa entre los dedos por mucho que escuches música, cenes en familia, te enamores, o comentes los detalles del día en aparente armonía. La calma no garantiza la bondad, la frialdad distante de un psiquiatra, la ignorancia de una ama de casa, ajena a los traumas y el bochorno infantil al otro lado de la persiana.
Happiness es controvertida, tremebunda, aborda inquietantes  aberrantes tabús . Los suburbios encierran  secretos, los apartamentos albergan gente frustrada, miradas esquivas de vecinos que reprimen la violencia diaria, la sofocante frustración contemporánea. Difícil, fascinante también, ir más allá de lo tenebroso del alma humana, escarbar en el patetismo del individuo, preguntarse que puede llevar a un tipo en apariencia ejemplar a la vileza más abyecta. Mirar debajo de la alfombra y encontrar la suciedad, la agresión, la obsesión malsana. Aquí no hay alegría, no hay comedia, hablamos de una tragedia colorista, aunque todo termine en una nueva reunión familiar de personas solas, con perro incluido, y niño. Un estupendo reparto coral de personajes con vidas entrelazadas, tres hermanas aisladas en el vaivén de día a día, en el contrapunto de la existencia, en el envoltorio roto de un pescado podrido, porque no todo se soluciona con regar el césped cada tarde. 

Raúl Gallego.

Tocamos la guitarra y cantamos con Joy, en nuestra alcoba de Radiopolis…

José Miguel Moreno, Manuel Broullon, y Raúl Gallego.


Artículo sobre Happiness, por César Bardés


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sábado, 21 de octubre de 2017

154 - Chinatown - Polanski 1974

Chinatown, la obra maestra de Polanski, en 1974 el genio polaco nos atrapaba con su visión, con su homenaje al cine negro clásico, a la literatura negra, a esos detectives que husmean en asuntos turbios jugándose las narices. Chinatown es una obra desoladora, una película con el alma negra, perversa como Polanski, sombría como la luz de Alonzo, inquietante como la sonrisa de Jack Nicholson, cavernosa y oscura como la voz de John Huston y hermosa, irresistible y peligrosa como Faye Dunaway...Robert Towne hace un trabajo de guion perfecto, un minucioso engranaje que nos mantiene atentos, clavados en la butaca, siguiendo al señor Gittes por los Ángeles, nos convertimos en su mirada, enorme acierto de Polanski, estar tan desconcertados como él, descubrimos lo que él descubre, y recibimos los mismos golpes, nos quedamos igual de conmocionados.
Chinatown, un estudio sobre el poder, los canallas que disfrutan de sus vidas de lujo a costa de especular, de comprar y vender conciencias. La hipocresía del sueño americano sale a flote, como las inmundicias, es una crónica fabulosa, realizada con un dominio y un conocimiento del cine exquisitos, el personaje de Nicholson, J.J. Gittes, ese detective insensible y cínico no es más que un redomado romántico, otro de tantos. El amor de Cross por su hija nos deja helados, la ciudad de los Ángeles en pleno años treinta es la testigo de la vileza de los hombres....un aroma a literatura y cine, (Chandler, Hammett, Thompson, Cain....Hawks, Bogart, Lang)….esa niebla nos envuelve al terminar la historia, te deja tan aturdido como la banda sonora de Jerry Goldsmith, que ahonda en esa melancolía, una trompeta delicada y elegante recorre ese mundo lleno de riqueza material, pero dónde las personas, el amor, no cuenta, un mundo con la sombra del destino al acecho, la presencia constante del pasado, ese pasado que nos persigue, que no podemos olvidar, como Gittes, como Cross, como la señora Mulwray….en fin, Chinatown es una obra maestra llena de amargura y extremadamente bella.
Todo un clásico del cine negro moderno, todo un drama psicológico, oscuro y misterioso, tragedia, traición, corrupción, sordidez, muerte, el amor queda justo en medio. La película fue un gran triunfo para Roman Polanski, quizás el más grande de su carrera, pero sin el productor, Robert Evans no tendríamos Chinatown tal y como la conocemos.
La banda sonora de Jerry Goldsmith es sensible, triste y amarga como la película. La mirada de Polanski es también amarga, desoladora y sombría aunque estemos bajo el sol de los Ángeles, nos muestra cosas horribles expuestas con una belleza extrema, esa es una de sus virtudes, sabe destapar lo más terrible del alma humana, a través de imágenes hermosas, aquí viajamos a ese infierno, una tierra sin agua, sin sentimientos...una bofetada de ponzoñoso amor.

Desde la desértica torre de Radiopolis husmeamos en los trapos sucios de la ciudad, intentamos que la corrupción no compre el futuro, aunque el barrio chino lo engulle todo y el pasado nuca, nunca se olvida, no se puede escapar de él...

José  Miguel Moreno, Isabel Moncada, Raúl Gallego, Gervi Navío y con las narices hinchadas de cine, nuestro crítico, César Bardés.

Gervasio Navío Flores.


Artículo sobre Chinatown, por César Bardés


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viernes, 13 de octubre de 2017

153 - Los Viajes de Sullivan - Preston Sturges 1941




Preston Sturges, en 1941, entregaba al mundo su homenaje al cine, un canto al ser humano, una fábula dónde deja bien claro lo importante que es  la risa ...una auténtica maravilla: Los viajes de Sullivan. Sturges tenía que contar esta historia, poniendo de manifiesto la trascendencia y la relevancia del humor,  aportar su granito de arena, tal vez para acallar su conciencia por vivir bien en los malos tiempos, como el protagonista, Sullivan....
El cine como esperanza. Sturges es un maestro en la comedia, un innovador y hace una película divertida, el comienzo con el gag del autobús es delirante, puro cine mudo, Slapstick, hay comedia romántica, melodrama, documento y denuncia social.....  luego se oscurece bastante, cuando vemos la realidad de la gran depresión, planos de los ferrocarriles y las colas de vagabundos.
Los viajes de Sullivan es, ingeniosa, alocada, frenética por momentos, mordaz y punzante en otros, emotiva y reflexiva, porque tiene moraleja como toda vieja fábula, siempre con el maestro Capra presente y Lubitsh, las referencias son importantísimas, la fe en los hombres del gran Capra y la sátira y la ironía del ácido Lubitsh. La película te hace reír y de fondo te muestra otra visión del mundo, de eso se trata, eso es el cine, evasión.....magia, diversión y a la vez, la suspensión de las penalidades diarias, de las cuitas de la realidad....al menos por un par de horas, en la sala viajas a otras vidas, a otros mundos, descansando un poco del tuyo y enriqueciéndote en el proceso. 
Joel McCrea esta perfecto como Sullivan, su conclusión de que rodar comedias mientras el país atraviesa la Gran Depresión es una frivolidad, es fabulosa, sus vicisitudes devienen en que no se puede forzar una experiencia vital, tomada sin riesgo, como un juego, con una vida cómoda a la que regresar cuando acabe el experimento, esa reflexión es brillante. El personaje de Veronica Lake, que está preciosa, es muy interesante también, parte de la parodia de la típica aspirante a estrella que es capaz de todo para triunfar, pero vemos que sus motivaciones van derivando poco a poco en el amor, en la felicidad de compartir una vida con alguien......sin más.

Concluimos con la frase inicial de la película para cerrar el círculo:
“A la memoria de todos los que nos han hecho reír: saltimbanquis, payasos, bufones de todas las épocas y naciones, cuyos esfuerzos han aliviado nuestras preocupaciones”. 

Gracias infinitas a Preston Sturges.

Con nuestro hatillo al hombro, cargado de carcajadas y cine, caminamos por los arrabales de la ciudad.....José Miguel Moreno, Diego Contreras, Manuel Broullón, Gervi Navío y en un barracón de castigo, encadenado al séptimo arte.....nuestro crítico, César Bardés.

Gervasio Navío Flores.


Artículo sobre Los viajes de Sullivan, por César Bardés


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jueves, 5 de octubre de 2017

152 - Grupo Salvaje - Peckinpah 1969















Estos salvajes tienen las manos curtidas, arrugas en el rostro, huelen a sudor y alcohol, con el revólver en el cinto y el alma rota, por supuesto que son hombres de otra época. Estos tipos conocen la figura de los buitres, otean a sus perseguidores, a esos cazadores de recompensas que sirven a Harrigan, el maligno representante de la legalidad. Existe una justicia ciega, la camaradería y la unión por la sangre de estos compañeros de fechorías, con un jefe valiente y sereno, Pike, que procura parecer fuerte aunque no pueda con su cuerpo, cuando el golpe al banco es otro fracaso y en las bolsas no hay oro sino arandelas. Dutch admira a su jefe, lo conoce bien, desde el momento que Mapache y sus secuaces deciden quedarse con Ángel, Dutch ya sabe que su jefe volverá a la aldea.
Sam Peckinpah se vacía en Grupo Salvaje, su último cartucho de dinamita es la batalla final, una orgía de sangre entre una banda de héroes sucios y un ejército de mexicanos, insurgentes contra Pancho Villa en plena revolución. En la retina del cinéfilo queda para siempre el ralentí de la muerte explícita, los planos intercalados en secuencias de estructura perfecta, la inicial del atraco, la del ferrocarril, los ojos llorosos de Ángel, primero de desamor, después de pánico, y Warren Oates enloquecido, asido a una ametralladora hasta el final. Pike decide volver a la aldea para llevarse a Ángel, y Lyle responde "¿Por qué no?", la suerte está echada. Los cuatro crean un plano enorme, cada uno porta el arma a su manera, en un ejercicio plástico de simetrías mitológicas, alacranes acorralados por el fuego, pero ellos morirán matando.

Raúl Gallego.

Esta noche en Radiopolis nos bañamos en barricas de vino mexicano....

José Miguel Moreno modera, con Gervi Navío, Raúl Gallego, y nuestro crítico de cine César Bardés.


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Artículo sobre Grupo Salvaje, por César Bardés

La vida es violencia

Sam Peckinpah es uno de los grandes, y Grupo Salvaje es su obra maestra, su testamento, el epítome de su cine, porque aquí está el lirismo y la poesía de Ford, la camaradería y los códigos de amistad entre hombres de Hawks, el fin de la frontera.
Los títulos de crédito de Grupo salvaje son una declaración de lo que es la película, la alternancia de puntos de vista, los atracadores, la emboscada de los cazarecompensas y el grupo de niños que simplemente juegan, un juego macabro e inocente al tiempo: echar a un escorpión a hormigas hambrientas para que lo devoren poco a poco, y luego, prender fuego a las hormigas, esa terrible verdad es la película, la violencia gratuita del tiroteo termina con los niños imitando los disparos con sus manos...La vida carece de valor, de sentido. La muerte marca desde el inicio a los personajes, a todos, con esa explosión final que jamás se había visto, un río de violencia del que la civilización, todos hemos salido, ese tiroteo demente libera de sus demonios al grupo salvaje, los redime, un sacrificio de locura y muerte, lleno de mitología..... Peckinpah utiliza la violencia para ese mensaje, el paseo de Pike, Dutch, Lyle y Tector para ir a rescatar a Ángel de las zarpas de Mapache, está lleno de simbolismo, van a rescatar a un compañero de armas, que no los ha delatado, al que están torturando sin piedad, van a por un amigo, es un camino sin retorno, del que no regresarán, y lo saben, por eso han pasado la noche en el prostíbulo, esa es su despedida, su purificación...sin palabras saben lo que hay que hacer, es la decisión correcta, es el pago por sus pecados...es un acto de justicia y honor en un mundo desalmado.....es Sam Peckinpah en estado puro, coherencia Peckinpahniana, viejos códigos morales que no encajan en el nuevo mundo, cuando tu palabra vale más que nada, cuando no arrugarse y morir con valentía es lo que cuenta, como el nieto de Sykes, el Honor del Guerrero ...
Es fascinante, por eso la violencia moral está tan presente, la del cacique despótico y sanguinario, la del representante del ferrocarril inmisericorde, la de los cazarecompensas que expolian a los muertos y no respetan la vida..... corrompidos por el dinero, el poder....ésa violencia, es mucho más terrible que la violencia explícita, que la sangre o ver cómo los disparos atraviesan los cuerpos....es muy elegante que no muestre la muerte de esos indeseables, que solo oigamos los disparos y veamos al viejo Sykes con los caballos, mientras Deke rumia la muerte de su amigo Pike.....es brillantísimo, grande Peckinpah.
La frase del viejo Don José, es reveladora: "Todos soñamos con volver a la niñez. Aun los peores de nosotros. Quizá sobre todo los peores"  Hay está la esencia de la película, todos son pecadores, personajes malvados pero que una vez fueron niños, inocentes. Sam Peckinpah regaló al mundo en 1969 un Western total, ya no se hacen películas así, sencillamente porque ya no hay tipos como Sam Peckinpah, salvajes, libres, amargos...románticos hijos de puta.

 Gervasio Navío Flores